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Entre ladridos y maullidos, el abandono animal camina por nuestras calles

Por: María Isabel Caro



Encontrar un poco del aire limpio en la ciudad de Ibagué en medio de cuarentena ha sido posible, quizás por el poco tránsito que ha habido durante varias semanas; el canto de las aves se ha escuchado más alto que de costumbre, el ruido del tránsito se ha apaciguado, y como lo han registrado distintos medios de comunicación alrededor del mundo, la fauna silvestre se ha dejado apreciar en distintos países; en Ibagué, aumentaron los casos de animales de calle, vagando con menores riesgos, pero con hambre.


Sumado a lo anterior en época de confinamiento, ha aumentado el abandono de animales domésticos, probablemente a causa de las dificultades económicas de sus dueños, lo que hace que no puedan sostenerlos.


Bajo estas circunstancias, algunas personas han adoptado animales vulnerables, sin necesidad de llevarlos a su casa; es el caso de Nelson Barragán que por distintas razones como la falta de tiempo, espacio u otros, no puede adoptar mascotas de la manera tradicional, pero realiza acciones para mejorar la situación de los animales abandonados de su barrio.


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Movimiento de protección y acción ciudadana


Nelson, vive en el barrio Las Américas y siempre se ha preocupado por los animales. Hace parte de su rutina recoger el alimento que queda de su familia y verterlo en una lata de sardinas, para buscar algún gato que esté cerca y compartirle su bocado, aunque ciertos felinos son muy desconfiados y esperan a que él se vaya para ir a comer de su ofrenda.



Este ibaguereño es un ejemplo de manos generosas que hay en su barrio. Sus vecinos también han sido personas solidarias con el errante, y para ello decidieron construir un refugio de paso a los animalitos. Se encuentra ubicado cerca a las canchas de Las Américas, a disposición de los animales.


Fuente: Enrique Barragan

En otro lugar de la ciudad de Ibagué, María Paula Carrillo, estudiante de enfermería, también es consciente y sensible a la realidad de los animales en situación de abandono. Su amor por ellos la llevó a adoptar a pantera, un perro callejero.

Encontrado en medio de la crisis en la primera semana de mayo; sus orejas y cola estaban heridas. Sus dientes fueron derribados y su cabeza, violentada, como resultado de un ataque causado por un habitante de la calle, con el que desafortunadamente se encontró.

Después del episodio que le sucedió, Pantera no podía caminar bien y su apariencia era aterradora; se pensó que podría morir. Afortunadamente, ese mal recuerdo no duró mucho, puesto que fue adoptado por María Paula, quien lo rescató del peligro de las calles. Esto sucedió cuando Pantera pudo llegar a la farmacia donde trabaja su madre.


Desde ese día, las dos han estado preocupadas por darle mucho amor a Pantera. Junto con su familia, lo alimentan y le brindan protección. Pantera podría quedarse y vivir con ellos, pero todavía no es seguro. Lo importante es que por ahora lo cuidan y lo protegen.



 

Fuente: Enrique Barragán

Kathy Revelo, directora del albergue El Campito de Kathy, recupera a los animales que encuentra en las calles, de acuerdo a las necesidades que tengan. Por ejemplo, si han sufrido alguna fractura, les manda a sacar radiografías, para llevar a cabo las operaciones que requieran; o si es el caso ecografías o cuadros hemáticos, entre otros, dicha sensibilidad por los animales implica un gasto importante.


El albergue posee un plan padrino, mediante el cual recibe apoyo en dinero o alimentos, con lo cual se logran solventar algunas de las necesidades, (como el pago de arriendo del campo), aun así, ha habido momentos en los que ha sido difícil para Kathy sostenerlo.


Una vez que ha recuperado al animal, lo esteriliza, para que, en algún caso de caer nuevamente a la calle, no reproduzca más crías que tenga que sufrir con las dificultades a las cuales se enfrenta un perro abandonado. Finalmente, busca un hogar que quiera adoptarlo.



La mayoría de los perros que recoge son criollos, y la gente prefiere perros de raza para comprar, que en su mayoría son provenientes de criaderos donde son mal tenidos, puesto que sólo buscan para conseguir ingresos, lo cual hace que se limite la adopción de los perros mestizos.



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En la ciudad de Ibagué han surgido varios rescatistas por decisión voluntaria, como es el caso de Kathy, que aporta de su tiempo para acoger perros abandonados, ya que la cantidad de casos que resultan en las calles, no pueden ser atendidos en su totalidad por las autoridades e instituciones; además en el caso de la polícía, no todos los cuadrantes están capacitados para dar apoyo suficiente a los animales maltratados, y aun existiendo la Ley 1774 de 2016, poco se cumple, según Kathy, ya que continúa habiendo maltrato sin ser sancionado y las soluciones que se aplican al respecto se basan en el apoyo pedagógico, lo cual no funciona en la mayoría de los casos, ya que esa mala conducta es reiterativa.


Kathy comparte una problemática del abandono, referente a la falta de conciencia que se observa al no permitir la esterilización de las mascotas de aquellos dueños que no tienen los medios para sostener las crías de sus mascotas y las abandonadas a la calle sin ser esterilizadas, aun siendo a bajos costos o gratuitas las esterilizaciones que facilitan tanto la Alcaldía como algunas fundaciones.




Los mayores casos de abandono se han observado en barrios como Boquerón, Modelia, Las Américas El bosque, El Salado o La Miel, según Paola Espitia, otra de las mujeres rescatistas.


Tina Fori, como también se le conoce a Paola en sus redes sociales, una rescatista que dedica su tiempo entero a recoger, recibir, cuidar, proteger, esterilizar; y aunque el espacio en el cual habita no es una pradera inmensa, tiene un gran corazón, y ello la motiva a buscar desde sus propios medios, la manera de sacar sus gatos adelante o en ocasiones, recibe ayuda por redes sociales para los medicamentos, la arena, comida o desparasitantes; finalmente, da en adopción a los gaticos que encuentra, solamente cuando siente que están en buenas manos, pues se ha dado cuenta que bastante maltrato abunda en algunos hogares, sin importar raza o situación económica.


Fuente: Enrique Barragán

Durante la cuarentena Paola ha rescatado 30 gatos, adicionalmente destaca, como dato interesante, que han aumentado las adopciones.







Cuidar las mascotas que ya tenemos es primordial y no solo para este tiempo, pues, aunque el Covid 19 no se presenta en caninos o felinos, pueden presentar otros casos de sintomatología que suponen de nuestro cuidado. El Centro de Atención y protección Animal (CAPA) genera acciones al respecto, como la captura de animales que requieren ser atendidos de urgencia, aun así, cuidar de los animales en abandono es responsabilidad de todos y no solo de las instituciones, comenta Samir Meriño, Médico Veterinario y zootecnista de la Secretaría de Salud Municipal.





Adaptarse en tiempos de coronavirus no solamente ha sido complejo para las personas; los animales abandonados se han expuesto a circunstancias desfavorables, que podrían mejorar si reciben un mejor trato de nuestra parte.


Contactos

@El Campito de KATHY Facebook

Kathy Revelo. 3123402592


@Tina Fori Facebook

Paola Espitia. 3203996971



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