Memorias en 105 años, plaza de la 14
Por: Luisa Lozano, Camila Barragán
Todas las personas tienen una forma de contar su vida por medio de historias que los hacen únicos, unas son anécdotas que se convierten en relatos icónicos, otras son memorias que hacen parte de la franja evolutiva social, económica y política. Colombia se ha identificado por ser un país con personas llenas de ganas y esfuerzo por salir adelante por medios ingeniosos que recrean los capítulos de su historia.

¿De qué hablamos cuando hablamos de memorias?
En el barrio la Pola, en la séptima con carrera cuarta de Ibagué en 1.898 se dio inicio por cuenta del municipio la primera plaza de mercado que floreció hasta 1.930, de donde tuvo que trasladarse por comodidad para la ciudadanía y por el desbordamiento de las aguas de una quebrada (ya desaparecida desde hace muchos años en el sector), a la tercera con calle 14 A, un lugar denominado Santa Librada que hoy alberga y rinde homenaje a la Cacica Dulima (de donde se origina el nombre del departamento del Tolima).
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María del Tránsito Joya es una mujer de 105 años nacida en el departamento de Boyacá, que desde el año 1944 tuvo que abandonar su territorio por cuestiones de conflicto. Llegó Cajamarca donde su hermana en busca de un empleo y un lugar estable para vivir.
El departamento del Tolima la acogió y en 1954 llegó a la ciudad de Ibagué, que en ese entonces era solo lo que conocemos como el centro "Eso era solo la parte de arriba, el resto era puro rastrojo".
Una mujer rodeada de un entorno donde el pensamiento de las personas sostenía la naturaleza de superioridad masculina, se arriesgó a tomar decisiones que la llevaron a ser lo que es hoy en día.

Acompañada de un tinto contaba sus memorias emocionada de poder mostrar sus experiencias, aún guarda un aspecto feliz porque pudo ser esa mujer de los que muchos hablaron por ser emprendedora.
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Aunque la época era bastante machista eso no la detuvo para realizar sus labores en las diferentes plazas, tuvo que hablar con personas desconocidas que podrían ayudarle, rompiendo los obstáculos, afrontando rechazos y comentarios machistas “las mujeres se acostumbraron a depender y yo me sentía más libre, más feliz”.
Tránsito se ganó el corazón de las personas por su humor y su particular forma de ser. Hoy tiene un aspecto que no revela esos 105 años de historias y vivencias en Ibagué, y aunque no es nacida en estas tierras, se define como una persona más tolimense que el tamal.

