Una vida dedicada a la música
Por: Maria Paula Pinzon Quintero
A los cinco años con un tiple entre sus pequeñas manos, sentado junto a su hermana quien tomaba clases de bandola, fue como inició el largo camino musical que emprendió el maestro César Augusto Zambrano Rodríguez.

Este ibaguereño de 70 años se ha desempeñado como compositor, director coral y orquestal, arreglista y gestor cultural, ha vivido de la música y para la música. Sus estudios de kínder y básica primaria los realizó en los colegios Externado, Cooperativo y San Simón, y como todo soñador y apasionado de la música, a los 10 años inició sus estudios de secundaria en el Conservatorio de la ciudad de Ibagué, fue allí donde se empezó a moldear este gran músico.
En esta emblemática institución tolimense César sacó a flote la solidez de su vocación musical, en tanto tenía todas las capacidades físicas, intelectuales e incluso espirituales para dedicarse a la música, como recuerdo importante de su paso por el Conservatorio se destaca que el violonchelista italiano Quarto Testa, fue su profesor, guía, maestro y consejero.
Junto a su maestro, con tan sólo 18 años llegó a tocar en la Orquesta Sinfónica de Colombia en el Teatro Colón de Bogotá, uno de los escenarios con el que más había soñado presentarse. Allí también tuvo la oportunidad de tocar con grandes músicos como Ernesto Díaz, Roberto Mantilla y Harold Martina, sus dos sueños se hicieron realidad y fue el primer estudiante de bachillerato del Conservatorio del Tolima que ingresó a la Orquesta Sinfónica de Colombia y al Conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia, allí complementó sus estudios de violonchelo.
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”Concluí los estudios universitarios con los profesores Suzanne Mackintosh, David Ask y Rohini Coomara, ellos fueron excelentes docentes, pero tenían unas técnicas europeas muy rígidas y una metodología de enseñanza que en nada se parecían a los de mi maestro en Ibagué. También estudié música de cámara con Ernesto Díaz”
Perseverancia, constancia y muchísima paciencia, son las virtudes que han caracterizado desde muy joven a este icónico maestro de la música ibaguereña, puesto que el chelo es un instrumento exigente, además perfeccionar un pasaje de una obra con este instrumento puede durar meses.
Recibió el grado Magna Cum Laude en el primer Curso Latinoamericano de Dirección Coral con el músico, director y compositor rumano Marin Constantin. Luego de durar ocho años en la Orquesta Sinfónica decidió regresar a Ibagué para vincularse a la Universidad del Tolima como maestro de música. Un pequeño salón, un piano partido y mucho entusiasmo en crear una generación de músicos en la universidad y abrirle las puertas al talento y a la cultura, eran sus herramientas para comenzar este nuevo reto. Efectivamente logró conformar el coro y la orquesta de la universidad; es actualmente su director y es a lo que le ha dedicado gran parte de su vida.

La mayoría de sus obras están escritas y arregladas para el coro de esta institución, lo cual representa su inmenso cariño por el alma máter. “La Universidad del Tolima es toda mi vida; y mi temor más grande es que lo que hemos hecho se acabe cuando yo de la vuelta, por eso me quiero retirar paulatinamente”, afirma el maestro.
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La Universidad lo promovió a profesor titular, cargo que desempeña con mucha devoción y alegría. “Mi sueño es que cuando me haya retirado pueda pagar una boleta para ver al coro de la UT en el Teatro Tolima, entrar y que esté totalmente lleno”
Como compositor ha escrito entre muchas obras, 26 cantatas para solista, narrador, coro y orquesta sinfónica, obras instrumentales para violonchelo solo, violonchelo y piano y la música original de la serie para televisión “Los victorinos”. También ha promovido la edición de obras como recopilación de la música de los compositores tolimenses y la Universidad del Tolima editó un libro con las partituras de sus obras más representativas titulado “Obras escogidas”.
Ha sido fundador y director de varias agrupaciones vocales e instrumentales: Doble Cuarteto, de la Universidad del Tolima (actual Grupo Coral), grupo básico de vientos U.T., y Banda Sinfónica del Tolima, en la cual adelantó un programa de perfeccionamiento técnico con la colaboración de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, ha impulsado el trabajo de otras agrupaciones como el Coro Polifónico del Espinal y el Grupo Vocal Piloto Empresarial de Electrolima.
El departamento ha destacado su labor otorgándole entre otras: la Orden de Pacandé, Orden Garzón y Collazos, Orden Andrés López de Galarza, la condecoración ”Ciudad Musical”, la Orden hijo adoptivo del Espinal, las llaves de la ciudad y la máxima Orden “Cacique Calarcá”. Actualmente se desempeña como coordinador de actividades musicales de la Universidad del Tolima y es director de la Sala de Música Pedro J. Ramos en la que ha promovido la edición de obras importantes y recopilaciones de música de compositores del Tolima.

A los catorce años aparece en su vida, y permanece en ella para siempre, una jovencita con un raro aire de misterio, discreta, segura de sí misma, reservada pero con una vida interior muy rica, y tan musical como él, María Amparo Aguiar.
Su primera composición fue una obra dedicada a ella, una de sus compañeras de estudio, quien tiempo después se convirtió en su esposa y su polo a tierra; para el maestro Zambrano, ella ha sido la mayor fuente de inspiración a lo largo de su vida y de su carrera. En sus ratos libres le gusta compartir con su esposa, sus dos hijos y sus nietos. Generalmente las charlas en familia siempre terminan llegando a lo mismo, a la música y a la cultura. Tiene una casa de campo en donde aprovecha la naturaleza y el aire para escribir y tocar el teclado. Siente que ha hecho mucho, aunque es consciente de que faltan algunas cosas.
Entre el sonido de violines, pianos, violonchelos, trompetas, saxofones y demás instrumentos, transcurre la vida de este hombre que sin duda alguna ha ido construyendo desde muy pequeño un enorme legado musical para la ciudad. César Augusto es la viva muestra que en la vida hay que hacer lo que se ama y que la pasión por las cosas que hacemos puede llevar a obtener significativos resultados.
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